Me gustaría dar mi opinión sobre un tema que debatí mucho en este último verano después de mi presencia en varios Campus en diferentes lugares no solo de España, sino de Italia o Marruecos, como es el trabajo en los equipos de formación.
Analizando el nivel de los jugadores/as en los campus, o viendo campeonatos nacionales de clubes, torneos, etc, vemos que el nivel técnico/táctico de los jugadores en líneas generales es muy bajo, y todos los entrenadores nos quejamos de ello, pero ¿qué hacemos realmente para que esto cambie y mejoren los jugadores?
En primer lugar, la disciplina de los niños/as entrenando no es la adecuada, su nivel de atención, su nivel de esfuerzo no es el adecuado, para ello debemos estar los entrenadores, exigiéndoles el máximo en cada acción, exigiéndoles la mayor atención y comprensión de las instrucciones; debemos tener en cuenta que la realidad de la sociedad actual es diferente, los niños/as están mucho más consentidos, consiguen lo que quieren en muchas ocasiones, y eso hay que cambiarlo al llegar al entrenamiento, y en esa misma línea deben saber lo que cuesta ganarse los minutos en los partidos, para que valoren cada minuto de entrenamiento. En esta línea no debe importarnos si nuestro jugador “estrella” es el que no valora esos minutos y no se esfuerza, porque es el “mejor”; nosotros como entrenadores de FORMACIÓN debemos restarle minutos a ese jugador y corregirle; lo importante no es el resultado, es la formación del jugador.
En segundo lugar, debemos de trabajar con los niños/as, técnica y tácticamente, no importa la edad, desde 8 a los 17 años, o más, eso nunca es problema. Planteando ejercicios atractivos, amenos, competitivos, pero buscando su mejora, y para ello solo cabe el trabajo y la repetición y explicar las cosas, y corregir los errores, de forma constructiva, no castigando el error, pero si haciendo ver que se debe corregir y cómo hacerlo. No debemos encontrarnos a un jugador/a que con el paso del tiempo sigue con los mismos errores, sigue con la falta de lectura en el juego, y nosotros no le corregimos porque damos por supuesto que ya lo tiene que saber, o porque ya estamos cansados de decírselo y de corregirle.
Observando el nivel de jugadores que a lo mejor llevan dos o tres años jugando a baloncesto y su mecánica de tiro es muy deficiente, pero le hablas de cómo corregirla, y a lo mejor casi nunca le han dado indicaciones; entonces le preguntas que cosas hacéis en los entrenamientos, y contesta jugar partidos. Esa puede ser una forma de entrenar, pero el problema es porque jugamos esos partidos, en muchas ocasiones es el afán de protagonismo de los entrenadores o de los clubes, de que debemos ganar partidos en cualquier categoría. Soy el primero en defender que el ganar también forma, y es algo que también debemos estimular, pero no a cualquier precio, lo primero que debemos de pensar como entrenadores es que somos formadores, educadores, y que no debemos de ganar a cualquier precio; que el ser campeones de cualquier ciudad, provincia, autonomía o país no debe hacernos felices si no hemos conseguido hacer mejorar a nuestros jugadores/as, y este es un problema actual que tenemos los entrenadores, que solo pensamos en cómo podemos ganar el siguiente partido; muchos se dedican a hacer scouting en partidos alevines, infantiles, cadetes o junior, y no piensan en cómo pueden hacer mejores a sus jugadores, solo pensamos en destruir lo que haga bien el otro equipo.
Esta actitud nos está llevando a que el nivel de nuestros jugadores no mejore lo suficiente, y con ello el nivel de los entrenadores. Esto a veces se da también por la presión que pueden meter los clubes, o colegios, diciendo a sus entrenadores que hay que ser campeones autonómicos, o hay que quedar de primeros en esta ciudad o en la otra, y si al final del año no son campeones cambian los entrenadores, sin mirar la formación que han recibido sus jugadores/as.
En tercer y último lugar, debemos recordar que la mejora del jugador no tiene que ser solo a nivel técnico, sino también a nivel táctico, pero referente a la lectura del juego, tenemos que hacer pensar a los jugadores en el campo, no jugar como robots, ni completamente enclaustrados en los sistemas que les proponemos. Viendo a los niños/as este verano en los campus, intentando hacerles jugar con normas, respetando espacios, no saben jugar si no les mandamos, la “1”, la “puño”, etc. Porque no probamos a hacerles pensar un poco más, a en vez de decirles todas las respuestas hacerles pensar y que tengan que verlas; ¿por donde ha pasado tu defensor?; ¿de dónde ha venido la ayuda?, etc esto hará que nuestros jugadores comprendan el juego y sean mejores jugadores.
En resumen; los entrenadores debemos pensar más en la formación de nuestros jugadores; nuestro éxito es que los niños/as no abandonen el Baloncesto a los 15 años aburridos de nuestros entrenamientos; nuestro éxito es que nuestros jugadores/as progresen, mejoren técnica y tácticamente y no pensar en resultados, estos no pueden estar por encima de la formación del jugador, que siempre debe ser lo más importante.
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